que hablen, que me importa que hablen

 
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Las clientas odian a las vendedoras que están como una mosca a su alrededor, por lo que siempre dejamos espacio pero nunca abandonamos. Habitualmente recorro las cabinas preguntando si puedo ser de ayuda, por ejemplo trayendo alguna otra talla o proponiendo alguna alternativa o complemento. Yo personalmente creo que el mejor lugar de venta es la cabina, porque las personas están desnudas de prejuicios y saben, a esas alturas mas o menos, que quieren. 

Hoy fue muy intenso lo que me sucedió. Una clienta me pidió que le trajera mi único abrigo rojo neón. Yo estaba feliz, una mujer que no tiene miedo a llevar el rojo brillante es una embajadora de feminidad, es una amazona en la jungla industrial. Una mujer que se atreva con el rojo pasión es una campeona que no teme ni a miradas ni a la inquisición. En fin, alborotada como una novicia corrí a traerle el abrigo. Para mi sorpresa subió la mano por encima de la cortina y se lo tragó del otro lado, sin darme la oportunidad de identificar a mi heroína. A través de la cortina me dijo - Si no te es molestia, me podrías traer el pulover tejido verde que estaba cerca de este abrigo?- Un por supuesto mas excitado que el de Maria Magdalena cuando Jesus aceptó salvarle el pellejo salió de mi boca enmascarada. Rojo escándalo con verde perico, yo tenía que conocer a esa mujer que parecía familia mía en eso de mezclar colores. Mas rápido que Isaal el hijo de Sarbia, le traje el pulover. Otra vez elevó su mano por detrás de la cortina y como un lagarto con su lengua, chasss, se lo tragó. - Y? Todo bien? - Si. - Su voz era de un desaliento sin igual. - Si quieres algo, aquí estoy. - Tú no tendrás algo divertido para combinar?- Por poco me da un desmayo, esta mujer y yo compartíamos el mismo gen de a escala pantone, porque yo veía aquel conjunto con una falda de lentejuelas plateadas y un par de tacones morados. - Por supuesto, regreso en un santiamén y espero que lo que te traiga te guste y te sirva.- Mientras tomaba el elevador me preguntaba como se vería aquella persona, ni el secreto del templo de Salomón despertaba en mi tanta curiosidad. -Aquí estoy- y de nuevo la dichosa mano que se traga mi falda y cuando estaba a punto de molestarme, se abrió la cortina y salió aquella mujer con todo puesto, abrigo, autoestima, carrocería y marquetería. La imagen de la santa Virgen del Fast Fashion, una lágrima quiso saltarme de la devoción. -Qué te parece? - Guapa, guapa y guapa, que más guapa que tú ninguna, me sentía como una devota de Esperanza de Triana en Sevilla. Ella vio el espectáculo en mis ojos y con una carcajada dijo - No tienes que decir nada, es un poco excéntrico pero de todos modos no me importa.- Su reacción arrogante la hacia mas diva y yo la amaba mas. Hasta que al fin dije - Impresionante, mujeres como tú necesitaría esta ciudad en cada esquina a ver si despierta del letargo de la cotidianidad. Un poco de teatralidad y luz no les vendría mal. - En esta ciudad, jajaja aquí son todos como mi marido que piensan que estoy loca, pero a mi me da igual - Entonces el halo de luz que traía aquella musa de la irreverencia me encandiló un ojo y sus últimas palabras se repetían sin parar en mi mente. Cuando ya habían resonado al menos mil cuatrocientas noventa y dos veces, dijo - Pero gracias, lo llevo todo- Pero eres loca de verdad o solo te haces?- Ni lo uno ni lo otro. Es solo lo que tengo que escuchar cada noche en casa, nada más. Pero no te preocupes, no me molesto. Es casi un alago, quien quiere ser normal hoy en día?- Las tiendas desgraciadamente no son lugar para hablar de cosas tan serias, en ese caso los bares tienen mas ventajas, y yo ni un ron le podía ofertar. Así que pagó y nos despedimos. Yo no conozco su historia, pero todos hemos hecho cosas locas en la vida o nos han llamado locas, pero yo creo que es solo por falta de vocabulario. La gente que lee, que tiene una verborrea prolifera podría darle otro nombre a bañarse en los tanques de agua de la escuela, a creer en el mejoramiento humano y la conexión del cuerpo con la mente. Podrían incluso darle otro nombre a la necesidad de hacer el amor sobre un árbol en el campo o a clasificar a los amantes alfabéticamente y coleccionarlos como caracoles de playa. Eso de la locura como ofensa me parece muy sofisticado y peligroso, si pensamos que locura etimológicamente es el resultado de la union del sufijo „ura“ con loco, que parece provenir del árabe „layca“ que significa entupida, tonta. Lo simpático es que laica significa en castellano que es independiente a cualquier orden religiosa. Mi pregunta es? Tendrán claro los que dicen que soy o eres loca, que la palabra en si misma es un círculo sin fin entre mundos e ideologías? Que enredo. Por si o por no, yo continuo cultivando mi cultura eclesiástica, para tener menos méritos al recibir tal descrédito. Hablaré sobre libertades con gente que haya leído más de tres libros de autores varios y tenga mas de tres divorcios. Continuaré haciendo la tonta cuando el tema no me interese o esté en peligro, por una palabra mía, el equilibrio nacional. Para confesiones cuestionables tengo el blog. Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros. O en palabras pobres hagamos el amor y no la guerra. Namaste.